EMILI J. BLASCO. CORRESPONSAL | LONDRES
Viernes, 24-10-08
Un fármaco desarrollado en la década de 1970 para el tratamiento de la leucemia está demostrando ser un poderoso recurso contra la esclerosis múltiple, según la investigación realizada en los tres últimos años por un equipo de la Universidad de Cambridge. Los investigadores aseguran que, si bien el ensayo está aún en su fase preliminar, el medicamento conocido como alemtuzumab (un anticuerpo monoclonal) puede parar el avance de la esclerosis múltiple e incluso restaurar funciones perdidas, porque repara tejidos cerebrales que habían sido dañados. De todos modos, advierten de que también presenta de momento algunos potenciales efectos secundarios, en especial de tiroides.
Las pruebas realizadas con 334 pacientes en una etapa de recaída-remisión de esclerosis múltiple, la forma más común de esta enfermedad, originada en el sistema inmune y que daña los nervios y su aislamiento de mielina, dieron como resultado que el fármaco redujo el número de ataques en un 74 por ciento más de lo que normalmente lo hace la terapia convencional de interferona-beta.
Sensible mejoría
Las conclusiones, publicadas en «New England Journal of Medicine», indican que el alemtuzumab también redujo el riesgo de acumulación sostenida de la discapacidad en un 71 por ciento más, comparado con la interferona. Quienes recibieron el nuevo tratamiento recobraron algunas funciones que se creían definitivamente perdidas, de forma que presentaban una discapacidad menor de la que tenían cuando comenzó el estudio tres años atrás. Por el contrario, pacientes tratados con interferona mostraron un empeoramiento progresivo de su situación.
Esta distinta evolución fue confirmada con escáneres cerebrales. Quienes recibieron alemtuzumab mostraron signos de que el cerebro había aumentado su tamaño, mientras que el cerebro de los otros pacientes siguió encogiéndose.
El alemtuzumab actúa destruyendo un tipo de glóbulos blancos, los linfocitos, que en el caso de la esclerosis múltiple son responsables de los daños asociados a la enfermedad.
Entre los efectos indeseables encontrados está la afectación en la actividad de la glándula tiroides, algo que ocurrió en el 20 por ciento de las personas que recibieron el medicamento. Unos pocos resultaron vulnerables a la pérdida de sangre, lo que llevó a la muerte de un paciente. Según los investigadores, ese caso pudo haberse evitado de conocer antes el efecto secundario. Estos riesgos hacen que de momento el fármaco se esté pensando únicamente para pacientes con formas agresivas de la enfermedad.
Según el profesor Alastair Compston, que ha dirigido la investigación, «alemtuzumab es el fármaco experimental más prometedor para el tratamiento de la esclerosis múltiple, y estamos esperanzados de que próximas pruebas confirmarán que puede tanto estabilizar como permitir cierta mejoría respecto a lo que se habían considerado como discapacidades irreversibles».
También en declaraciones a la BBC, Alastair Coles, otro de los investigadores, indicó que las posibilidades del medicamento «no tienen precedentes» en el tratamiento de la esclerosis múltiple. «Somos testigos de un fármaco que, si es administrado suficientemente pronto, puede parar el avance de la enfermedad y restaurar funciones perdidas al promover la reparación del tejido cerebral dañado», manifestó.
Para Lee Dunster, de la Sociedad de Esclerosis Múltiple del Reino Unido, se trata de un importante avance que «traerá esperanza a las personas que tienen que vivir cada día con esta enfermedad». Dunster destacó que hará falta más tiempo e investigación para asegurar efectos positivos a largo plazo.