El trasplante de células madre hace retroceder los daños neurológicos en pacientes con esclerosis múltiple
El trasplante de células madre hematopoyéticas en la primera fase de la esclerosis múltiple estabiliza la enfermedad y hace retroceder la discapacidad neurológica en pacientes en la primera etapa de la enfermedad, según los resultados de un estudio en fase I/II de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago (Estados Unidos). Los resultados del estudio se publican en la revista 'The Lancet Neurology'.
El estudio se ha realizado en 21 adultos con esclerosis múltiple en la fase de recaída-remisión en los que se ha empleado una técnica llamada trasplante de células madre hematopoyéticas no mieloablativo autólogo.
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune caracterizada en un inicio por síntomas intermitentes que en parte son reversibles, en la llamada fase de recaída-remisión. Después de unos 10 años tras el inicio de la enfermedad, la mayoría de pacientes desarrolla una progresión secundaria caracterizada por un deterioro neurológico irreversible. Los tratamientos actuales son eficaces en la fase de recaída-remisión pero algunos pacientes no responden a estos tratamientos.
Una de las opciones que ha aparecido en los últimos años es la supresión del sistema inmune y su reabastecimiento con células nuevas que se desarrollan a partir de células madre hematopoyéticas. Este tratamiento elimina las células inmunes que dañan el sistema nervioso de los pacientes y se sigue por la reconstrucción del sistema inmune con células madre hematopoyéticas tomadas de la médula ósea del paciente. Así, el sistema inmune del paciente se 'reinicia'.
Los investigadores evaluaron la seguridad y los resultados clínicos de esta técnica de trasplante en 21 pacientes en la primera fase de la enfermedad que no habían respondido al tratamiento durante al menos 6 meses. Después de una media de seguimiento de 3 años, 17 pacientes (el 81 por ciento) mejoraron al menos un punto en la escala de discapacidad de Kurtzke. Ningún paciente tuvo una puntuación en la prueba de discapacidad menor que al comenzar el estudio y todos ellos sobrevivieron.
Los investigadores señalan que a pesar de que serán necesarios posteriores estudio, esta técnica es un procedimiento factible no sólo parece evitar la progresión neurológica sino que también parece hacer retroceder la discapacidad neurológica.