El Clínico de Santiago probará un fármaco para la esclerosis múltiple que evita los pinchazos

Diez enfermos probarán un nuevo fármaco: un inmunosupresor denominado Fingolimod que se toma por vía oral y evita a los pacientes tener que pincharse

El Hospital Clínico de Santiago iniciará dentro de unas semanas un estudio en el que diez enfermos de esclerosis múltiple probarán un nuevo fármaco: un inmunosupresor denominado Fingolimod que se toma por vía oral y evita a los pacientes tener que pincharse.

Este medicamento -pendiente de aprobación en Europa- es uno de los temas centrales del congreso que se inició ayer en la ciudad sueca de Gotemburgo y que reúne a expertos de todo el mundo. El neurólogo santiagués José María Prieto asiste a estas jornadas en que se han presentado más productos de la farmacéutica Norvartis. Prieto aseguró ayer a La Voz que ya ha seleccionado a cinco enfermos para participar en el estudio y que se trata de personas jóvenes afectadas por brotes. En caso de que se confirmen los buenos resultados obtenidos en otros diez hospitales de España, la nueva pastilla permitirá mejorar el pronóstico y la calidad de vida, según Prieto, que apunta que está contraindicada en personas que padecen del corazón, puesto que ralentiza el ritmo cardíaco.

Un nuevo fármaco consigue reducir las lesiones cerebrales y las recaídas de pacientes con esclerosis múltiple

MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Una nueva terapia para la esclerosis múltiple todavía en fase de investigación ha demostrado que puede conseguir una reducción significativa de la enfermedad de tipo recurrente, ya que consigue que disminuyan las lesiones cerebrales y, con ello, el riesgo de recaída.

   Así se desprende de un estudio en fase II dado a conocer por Roche y Biogen, compañías encargadas de desarrollar este nuevo fármaco conocido como ocrelizumab, cuya eficacia ha sido probada en más de 200 pacientes durante 24 semanas.

   De este modo, la reducción de la cifra total de lesiones cerebrales detectadas mediante resonancia magnética (RM), fue significativamente alta, alcanzando el 96 por ciento al usar 2.000 miligramos y del 89 por ciento con 600 miligramos, en comparación con placebo.

   La actividad de la enfermedad se determinó también a partir de la tasa anualizada de recaídas (TAR), es decir, la tasa de brotes o exacerbaciones por año-paciente. En la semana 24, la TAR era significativamente menor en comparación con el grupo de placebo, situándose la reducción en el 73 por ciento con 2.000 miligramos y el 80 por ciento con 600 miligramos.

   Además, ambas dosis de ocrelizumab se toleraron bien, en general, y no se notificó ninguna infección oportunista, mientras que los acontecimientos adversos graves (AAG) fueron similares en todos los grupos de tratamiento.

   Las reacciones asociadas con la infusión durante la primera infusión, leves o moderadas predominantemente, fueron más frecuentes con ocrelizumab (34,5 y 43,6%) que con placebo (9,3%). Ahora bien, con una segunda infusión de ocrelizumab disminuyeron los casos notificados, que eran comparables a los descritos inicialmente con placebo.

   Según ha destacado el doctor Ludwig Kappos, del Departamento de Neurología del Hospital Universitario de Basilea (Suiza), "esta eficacia es de las más notables que se ha visto en un estudio de la esclerosis múltiple recurrente-remitente de fase II, por lo que puede tener el potencial para beneficiar a los pacientes con esta enfermedad".

   Por su parte, el director de Desarrollo Internacional y director médico de Roche, Hal Barron, confía en que ocrelizumab pueda convertirse en "una nueva opción" para los pacientes con esta enfermedad.